Cuando la palabra no basta para socavar la resistencia
y la pluma se quiebra al escribir sonetos y versos
los puños se cierran y se blanquean los nudillos
golpeando las sombras que hay en maldita mente.
La frustración y la castración están frente a mí
entre la verdad inocente y la verdad quebrada por el dolor
cuando te susurran que no sigas subiendo la escalera
mis pies se vuelven pesados e inseguros.
Oyendo a cada paso como se quiebran los peldaños
y las astillas atraviesan mis pies y ese dolor
me sube hasta mis ojos llorosos y sin vida
viendo que el mundo se desmorona, cuanto más subes.
El problema no es la palabra hallada en mi tumba
sino el verbo que vino a golpearme
removiendo mi tumba para resucitarme
y volver a subir esa maldita escalera.
Ya sabemos lo que hay al final de la escalera
un gato que te mira y no te juzga
siempre está solo, esperando a los desalmados
y seguirá solo, pues haré lo que se espera.
Caer al vacío y volver a morir de nuevo
para encontrarme sumergido en las lágrimas
de un mar de lamentos, donde mis intentos
por querer ser quien quería ser y no seré.
Y vuelta a empezar.
Recomendaciones del Autor


El deseo perdido
septiembre 6, 2022
No hay comentarios
Cuando el deseo cae al abismoperdiéndose en la oscuridadel vacío se adueña del dia a diaconvirtiendo mi ser en un fantasma. Así nace la melancolía de algo perdidosin saber … Leer más
Sin comentarios